La postura es la ventana de la columna vertebral. Las malas posturas suelen derivarse del estilo de vida y los hábitos, y de la forma en que se está de pie o sentado, especialmente cuando se realizan tareas repetitivas. Estar sentado o de pie durante mucho tiempo, el sedentarismo, el ejercicio inadecuado y el estrés pueden hacer que algunas articulaciones de la columna vertebral cambien o se desplacen de su posición neutral.

Cuando nos encorvamos al estar sentados o nos encorvamos al estar de pie, nuestro cuerpo se adapta y las articulaciones adoptan una nueva posición que el cerebro reconoce como la "nueva normalidad". Con el tiempo, los ligamentos, los músculos y las articulaciones cambian, fijándose más en esta nueva posición como normal, lo que da lugar a tensiones y molestias a lo largo de la columna vertebral. Las personas con cambios posturales son más susceptibles de experimentar tensión, dolor o restricción con el tiempo.